A lo mejor algunos, los que habéis nacido a finales de los 60's principios de los 70's, sí que recordareis perfectamente a la chica de rosa, esa misma que soplaba las 16 velas de su tarta de cumpleaños y que castigaron a quedarse un sábado en el instituto...
Esa es Molly, la pelirroja de oro, la protagonista absoluta de las pelis teen de los 80's....La reina de las comedias románticas para ados, sí esos filmes que alimentaron el romanticismo de mi generación; Pretty in Pink, Sixteen candles y la mítica Breakfast club... Y os digo una cosa ya no han vuelto a rodar películas como esas y añado que no han envejecido nada mal, de hecho mi E se ha hecho fan de ellas...
Hace poco mirando juntas una actual llamada Rumores y otras mentiras con Emma Stone (qué monada de chica), me di cuenta hasta qué punto han calado hondo y se han vuelto un mito. La protagonista de la peli dice en algún momento algo como que quiere que el final de sus aventuras sea como el final de una peli de los 80's con Jude Nelson lanzando el puño al aire en señal de victoria..
- él, el chico que todos llaman bala perdida, el típico malote con encanto, ha conseguido el amor de la chica de buena familia, por encima de prejuicios y de la opinión de sus padres, ella claro estaba interpretada por Molly - .
Y fue entonces cuando mi propia hija me dijo: "¡qué suerte has tenido de ser adolescente en esos años!" y tuve que decirla "que sí"... e ipso facto hice un análisis del porqué;
Nos es tanto el hecho de que hayamos cambiado, la adolescencia y su consecuentes revolución hormonal y torpeza siguen siendo básicamente iguales hace 30 años que en la actualidad, lo que sí cambió radicalmente es el entorno social en el cual vivimos... porque nosotros fuimos unos privilegiados a pesar de no tener todo los gadgets tecnológicos de los que disponen nuestros hijos hoy en día o mejor dicho precisamente por ello mismo.
Creo que fuimos la última generación libre de contaminación mediática, nos quedamos ajenos a lo virtual (de hecho ni sospechábamos del significado actual de esa palabra -, la realidad nuestra por mucho que nos mordió la cara en forma de Sida era algo tangible que nos obligaba a tener los pies en la tierra, no penséis que no fuimos unos soñadores porque lo fuimos pero nuestros sueños eran más terrenales sin pasarse de prosaicos, para que veáis nuestro mayor logro era que nos regalasen un walkman o una casete y sino conseguir terminar el cubo de Rubbik, no aspirábamos a bienes materiales ni ropa de marca, tampoco a un puesto fijo en una multinacional, tuvimos la posibilidad de creer en nosotros.
La razón principal , en mi opinión reside en el hecho de que nuestros padres nos lo permitieron.
Ellos fueron el producto de la guerra y/o años de pos-guerra, pasaron hambre, tuvieron que luchar para poder tener su propia familia y de que alimentarla, así que creo que consideraban muy importante hacer que sus propios hijos tengan las cosas más sencillas, un futuro mejor y un presente más divertido que el que tuvieron, era su propia revancha; la felicidad de sus hijos.
Fuimos la primera generación que no conoció guerra ni sus privaciones pero aún así nos educaron con la capacidad de luchar... no fuimos unos consentidos pero sí que nos ayudaron en todo para que alcancemos la felicidad eso sí sin caprichos de por medio. Y lo mejor de todo nos dieron la libertad de equivocarnos.
Sin facebook, twitter o tuenti de por medio, nuestros amigos eran más reales y de verdad, no unos simples avatares cuya vida, en el fondo, puede ser puro invento... Nos tocábamos, sabíamos detectar con una sola mirada si uno de los nuestros tenía algún problema... y si estaba enamorado de tí también...
Sí entonces vivíamos más a fondo, estábamos más libres y con más recursos...y eso mismo nos permitía ser más "auténticos"... en el fondo los de los 80's éramos felices por mucho que nuestra forma de serlo nos convertiría a ojos de los niños de hoy en Looser, Freeky o Nerd... no teníamos la carga que tuvieron nuestros antepasados, no éramos esclavos de la moda como lo son nuestros hijos, estábamos menos pendientes de ser el más popular, así pudimos disfrutar de nuestros años más mozos... y sí quizá las películas eran una versión muy romántica de lo que era nuestra vida pero lo retrataba bastante bien...
Así que esta libertad de ser uno mismo, ese vacío legal tecnológico en el que crecimos, se prestaba a unas grandes gestas del tipo robar un camión para ir al encuentro de mi amada que probablemente está al otro lado de la ciudad morreándose con otro (sí mi ex lo hizo), ahora con una llamada al móvil te localizan, o a lo peor tu novio recibe la foto de sus cuernos vía sms...
Total que nuestra generación es la de la espontaneidad, la del cara a cara, la del que no corre vuela y búscate la vida y todas queríamos ser Molly Ringwald, la chica más deseada...
Y me alegra que mi E también quiera ser Molly y admito que cuando veo sus películas me hundo encantada en los recuerdos que me provocan su banda sonora y también quiero volver a ser Molly, prepararme para salir, cardarme el pelo, coger mi torera con hombreras y mi camisa de chorreras, quedar en la disco con mi amiga la Véro y esperar a Diego (mi peculiar chico malo con atractivo indiscutible y corazón de oro, el en fondo) que no llega... hasta que aparece corriendo bajo la lluvia, justo cuando mi novio formal me monta en su coche para volver a casa.... y recordar su sonrisa lastimera al verme marchar... y se me empañan los ojos junto con los cristales del coche... Ay Molly tú si que sabes...
PD cuando hablo de las pelis quiero recordar sus bandas sonoras que también son míticas;
Don't you forget about me - Simple minds, BS de Breakfast Club, el Club de los cinco
Pretty in pink - Psychedelic Furs, BSO de la Chica de Rosa
Love of the common people - Paul Young, BSO de Sixteen candles - 16 velas
y un largo ETC....