He vuelto de mi minitrip que dicen los sajones... fueron cuatro días de descanso y desconexión... y oye yo no me acordaba de que los veranos en mi tierra natal la hacían tan agradable... sobretodo si una llega de unos agobiantes 38º... la sensación de respirar que te proporcionan unos 24º es de lo más reconfortante a la par de placentera...es un poco como sumergirte en un SPA sin mojarte, rejuveneces y te vuelves contemplativa.
Así que yo no puedo más que agradecer a Mr. Ryan Air que haya decidido abrir un puente aéreo entre mi capital y mi pueblo... parece que pensó en mí, thank you dear Ryan... esas reuniones familiares entre padres, hermano, sobrinos y amigos de antaño fueron lo más... mucho más que cuando voy en Navidades donde la fiebre regalo-comilona me deja más que patidifusa y abotargada... parece que la obligación navideña de pasárselo bien tiene el efecto contrario, nada que ver con las comidas sur le pouce, o sea improvisando con lo que hay, en la terraza. Lo cierto es que he pensado que debería de ir más a menudo en verano.
Ay... si no fuese porque temo más el avión que a Belén Esteban armada de cacerolas en mi cocina gritándome "Cruelaaa, cómete el pollo o te pongo una denuncia"...
Porque las tarifas rebajadas que proponen las líneas Low Cost, son una invitación continua al viaje.. si volar fue el sueño de la humanidad (o parte de ella), nunca ha sido más alcanzable...la democratización del avión tiene eso de bueno... y de malo, porque los viajeros son ahora turistas, y ha perdido mucho glamour...Pero como diría Mecano, aunque no me guste el avión soy un hombre de acción así que mientras la teletransportación no haya evolucionado más, tendremos que armarnos de
VALOR y VOLAR.... yo nunca soñé ni por un momento que era Aire, soy demasiado terrenal para ésas cosas pero mi curiosidad es muy viajera y de momento consigo subirme a bordo, básicamente porque no quiero seguir en tierra y quedarme sin descubrir cosas, lugares, sabores... total que pensando en los quienes como yo, se están resistiendo en reservar por miedo a surcar los cielos, aquí tenéis las cosas que hay o no hay que hacer si uno es una acojonado
de altura, digo de las alturas... todas sacadas de mi propia experiencia
1º) Ten por seguro que la anulación de un billete cuesta más que el billete en si mismo, así que si en el último momento piensas rajarte, sepas que te va a costar más caro que una semana en todo incluido en Fuengirola... piénsalo antes de dar tu visa para el cobro, no hay marcha atrás.
2º) No llegues tres horas antes del vuelo, pensando que a lo mejor sales antes y cuánto antes terminado el suplicio mejor, es innecesario porque los aviones suelen retrasarse pero
NUNCA se adelantan... con lo cual te verás confinado en el ambiente claustrofóbico del aeropuerto y ello no te ayudará a relajarte antes del vuelo. Piensas que de por si las horas de viaje encerrado en esa lata con alas es bastante agobiante así que no añades más horas a tu calvario.
3º) Recuerda que el avión es así de directo, una vez dentro no podrás bajar más que en tu destino, no pienses
- vale me bajo en la próxima parada- porque no la hay y en caso de escala lo más probable es que no te dejarán ni salir del aparato.
4º) No confíes en los demás pasajeros para aliviarte con una conversación amena que te hará perder un poco el miedo y olvidar que estás en medio de la nada a kms de altura... no lo hagas, porque una de dos, tu vecino está igual o más acojonado que tú y al final vuestro histerismo mutuo se hará exponencial... y acabaréis recordando juntos todas las malas experiencias propias o relatadas por conocidos, os acordaréis de los capítulos de
"Catástrofes aéreas" en National Geographic
- yo personalmente no me pierdo ni uno - y lo más probable es que acabéis contagiando el pánico a todo el avión... lo cual no propicia un ambiente relajado.
Segundo porque a lo mejor tu vecino es de los privilegiados a quien volar relaja - como mi C que se duerme antes del despegue - así que lo único que conseguirás es dar la nota, que éste avise a la azafata y que todo el mundo te mire como a un subnormal.
U otra cosa como me pasó a mi
(hace mucho: fue cuando no viajaba con niña como equipaje de mano), me mostré tan cariñosa con un vecino de asiento comprensivo que al final me propuso sexo en los WC, alegando que era una buena forma de pasar el tiempo y de relajarse, y añadiendo que siempre fue una de sus fantasías... qué qué hice... pues amenazarle con vomitarle encima si me movía del asiento... se cambió de sitio y me dejó sola con mis miedos y arcadas...
5º) Por lo que más quieras,
NO ESCUCHES LOS MOTORES... sepas que son traicioneros en cuanto al significativo del ruido que desprenden... en un principio o sea al despegue -
momento en el cual yo no soy persona, no me acuerdo ni de mi nombre y sólo acierto a rezar el "Yo te saludo María" en bucle sí soy atea hasta las trancas o sea que cuando os digo que en ese momento no soy yo es ciertísimo"- , el ruido es descomunalmente aterrador... PERO es necesario porque demuestra que tienen la fuerza suficiente para alzar un bicho de toneladas de peso...
No es necesario agarrarse al asiento como si fuesen los abdominales del Miguel Angel Silvestre, no servirá de nada, menos a hacerte polvo los nudillos de la mano, tampoco le des frenéticamente con el pie en un intento de frenar en el momento del aterrizaje, acabarás con inútiles calambres en la pantorrilla...
Por lo contrario, una vez estabilizado el avión, los motores se tranquilizan (se llama estar a punto de gas), ya que no se necesita tanta potencia como en el despegue, así que no chilles a la azafata
- HEMOS PERDIDO LOS MOTORES, NOS VAMOS A ESTRELLAR... sepas que las azafatas son amables siempre y cuando las dejas en paz, bastante tienen con maniobrar un carricoche en un pasillo de 50cm e intentar venderte un café a 4 euros. Aconsejo vivamente el uso de ipod o cualquier reproductor con cascos para el viaje... la música amansa las fieras y además amortigua los ruidos exteriores...
6º) Sepas que por mucho que la bóveda celestial parezca limpia, al fin de cuentas un avión tiene sus rutas, y como tal tienen baches y no siempre son rectas. Las turbulencias se deben en su mayoría a fenómenos atmosféricos como nubes, viento o rayos y sí son puñeteramente dañinas para el aerofóbico, suelen ser de corta duración, no te pongas en lo peor imaginándote ipso facto llamando a las puertas del cielo... pero mejor no hayas comido eso sí....
7º) Procura que no te den asiento al lado de la ventanilla, y en caso de que sí, no caigas en la tentación de mirar afuera, sobretodo en los momentos de despegue y/o aterrizaje, sepas que como dije en el punto anterior, los aviones cambian de rumbo, y como los coches tienen volante para facilitar las maniobras y los virajes... así que si de repente ves que las plácidas nubes que mirabas desde arriba se empiezan a mover o si el paisaje de abajo parece que se da la vuelta, no te pongas en lo peor pensando que el piloto está borracho y no controla el boeing, no no, de hecho lo está haciendo y muy bien, se llama aproximación... vamos que sigue su ruta debidamente...
8º) si de verdad no puedes controlarte y tienes que volar, puedes acudir a tu médico a que te recete algún tipo de tranquilizantes o ansiolítico... lo desaconsejo en caso de viajar solo, mi madre casi acaba en Valladolid en vez de Madrid - si lo mío es genético - iba drogada hasta las cejas y al final la azafata la tuvo que llevar a su puerta de embarque - parecía una abuela con alzheimer, me confirmó compungida -, eso sí la buena mujer acababa en España, por lo menos no se fue o Oslo... recomiendo la Valeriana, dos comprimidos desde dos días antes de embarcar y oye, a mi me funciona, no es que vaya cantando como un boy scout pero bueno, por lo menos, se me quitan las ganas de llorar por encontrarme otra vez en un puto avión...
9º) lo que sí funciona es marcarse un Melendi, siempre y cuando no acabes cantando como él y entones en el aparato un "voy volando por la vida sin pausa pero sin prisa" con esa desagradable voz de cabeza (por el dolor que le provoca se entiende) que tiene. Un par de cubata, unas cuantas cervezas te alegrarán el viaje o quizá y ello es una maravilla conseguirás dormir la mona tan gustito... yo lo probé con cava y me fui tan contenta que daba gusto verme, eso sí esa confianza puede engañarte, es aconsejable que no te metas con los agentes de aduana una vez tocado tierra..
. "Algo que declarar ?¿", "Sip, hipsss. un bowmmbaaaa jajja", podrías acabar en los calabozos lo cual empañará tus merecidas vacaciones...
10º) No te fíes del personal de abordo, los azafat@s ya no son los de antes.. no están allí para aguantar tonterías sino para hacer comisión... así que no pienses que colaborarán ni se compadecerán mucho de tí... además en las compañías low cost, el personal parece más al de un burger en verano - hace dos días que se les fue el acné - que al de una tripulación experta que te salvará en caso de peligro.... aún así están entrenados y huelen tu miedo como los perros, con lo cual no pierdas el tiempo en intentar descifrar su emoción para así deducir cualquier incidente en el vuelo... Es en vano, aún con el avión cayendo en picado, te pedirán amablemente que vuelvas a tu sitio y te abroches el cinturón, y que mantengas la calma....
11º) No pidáis pastillas para la aerofagia en vez de aerofobia sepáis que si os aliviarán de aires, no podrá con vuestro pánico a estar en él.
Total que si hay que ir se va, y lo cierto es que lo mejor es en avión... lo admito, seguiré pasando un mal rato en cada despegue - afortunadamente consigo tranquilizarme en el vuelo - y volveré a subir una y otra vez... probablemente, ese año no antes de la segunda quincena de agosto...
así que probablemente nos leemos un ratito más