viernes, 16 de octubre de 2009

LIVE TO TELL


El día que desaparecí… me acordé que muchos dicen que el pasado siempre te alcanza, que tus actos, decisiones, hasta acontecimientos que inconscientemente provocaste acaban surgiendo, muchas veces para terminar de encajar, para resolver un pasado sin terminar, como una novela que dejaste a medio escribir por no saber cómo ponerle el punto final…. De repente te vienen en mente las palabras exactas, o sencillamente te atreves a pronunciarlas en voz alta y las páginas en blanco se llenan con una facilidad que te deja asombrada….


El día que desaparecí hacía mucho frío, estábamos en diciembre, el cielo estaba muy amenazador y las previsiones eran de nieve… Mi hermano acababa de empezar su tesis sobre las dictaduras latinoamericanas en el siglo XX, yo podía recitar trozos de "la casa de los espíritus" de memoria… y de repente me acordé de esa dirección escrita a mano detrás de un sobre que contenía otro escrito por Diego…. Fundación Orlando Letelier, a veces hacían de mensajero entre Chile y sus exiliados aunque, desde luego, no era su primer cometido… allí seguro que le podrían facilitar documentación fehaciente sobre el golpe de estado del 73.


El día que desaparecí mi hermano acudió a la fundación, se identificó como "hermano de una chica que conoció a un chileno cuya familia inmigró en el 73 y desde entonces se había vuelto a Santiago y cuyas cartas entregaba a veces mediante algún voluntario de la fundación que hacía el viaje a Europa y así se aseguraba que llegaba la correspondencia de forma más segura y rápida"...en el transcurso de la conversación dio mi nombre y el suyo, le atendieron bien, le proporcionaron un montón de información... y de vuelta pasó por mi piso compartido  para decirme que alguien de la Fundación me estaba buscando…


El día que desaparecí, me fui con el corazón en un puño a la Fundación y pregunté por el Sr. Mendoza… me preguntaron qué quería y contesté “no sé, me llamo Val y me han dicho que me está buscando”.
Me enseñaron su despacho, el señor Mendoza tenía papada y parecía sabio como un budha… rebuscó en su cajón, me tendió un sobre y me dijo: “llegó hace unos meses, te lo hemos mandado a esta dirección pero nos dijeron que ya no vivías allí, así que lo guardé”… cuando tu hermano se presentó y dijo que fuiste tú quien le dio nuestras señas casi no me lo creía, así que niña mejor te sientes y lo leas aquí… yo te dejo sola, me llamas si me necesitas… y me abrazó.
La escritura me era desconocida y me temblaba tanto las manos que no podía fijar la vista.
“Estimada Señorita… soy Daniel Q. padre de Diego…” sabía lo que iba a continuación, siempre lo había sabido, eso era la confirmación de una sospecha que me había comido las entrañas en los últimos 4 años y que yo no quería hacer verdad…. Morir y amarte más y más… cuatro letras anodinas, 2 vocales, 2 consonantes formando una sentencia de muerte… firmaba con un “recuerde, señorita, siempre acuérdese de lo bueno”


Me levanté de la silla en estado de shock… el Sr Mendoza me abrazó y me dijo “Ay criatura, que ya pasó, es usted joven no se deje tumbar, tiene mucho por vivir, mucho por contar” a live to tell… me tragué las lágrimas, lo único que quería era salir de allí, perderme y estar sola… Recuerda sólo lo bueno… Me di cuenta que efectivamente había empezado a nevar… y que también estaba al lado de la estación de trenes de Bruselas, no sé porqué pero algo me impulsó a entrar en ella… y me saqué un billete, dirección Ostende… el mar, quería ver el mar… llamé a la Véro, mi voz no me traicionó y la inventé un viaje de trabajo, no volvería a dormir en casa.


No me acuerdo del trayecto en tren, ni de haber cogido el tranvía a Coxyde… Recuerda sólo lo bueno. Eran las ocho cuando llegué a esa estación balnearia medio vacía en esa época del año, aún así se ve que la gente estaba preparando la navidad, había adornos por todas partes… Sin saber porqué me dirigí hacia la plaza del casino, donde había estado jugando al tenis con mi prima y la pandilla… recordé muestro alboroto, los chicos que me gustaban, las risas, seguí mi camino pasé delante de la farmacia de la madre de Peter, me acordé de nuestros besos apasionados en el Monico un bar con reservados donde nos poníamos a cien, risas… me fui a la Villa de mi tía, casi conseguí vernos a mí y mi prima, fumando a escondidas apoyadas en la ventana de nuestra habitación del primer piso, carcajadas, vi la duna donde jugábamos, recuerda sólo lo bueno, me imaginé pasear con Tom, nuestro labrador dorado y tuerto… quise acariciarle… me fui hacia el paseo marítimo donde los padres de Marco tenían un piso, recordé la vez que hicimos el amor en la litera de abajo, en la de arriba roncaba su hermano… pero no podíamos evitarlo, risas ahogadas… me senté en un banco frente al mar… estaba sola… y recordé sólo lo bueno… Diego riendo, Diego cogiéndome la mano, Diego atiborrándome de golosinas, Diego en mi cama. Diego recorriéndome la piel…


La historia se había acabado, y sola frente a la inmensidad del mar,  este mar que nos separó físicamente pero no consiguió traernos el olvido, me dediqué a recordar lo bueno, lo malo, repasé toda mi joven vida... porque el olvido no cabía…. 

No lloraba, pero recuerdo que estaba como anestesiada, creo que si me hubiese arrollado un tranvía no hubiese sentido ningún dolor físico... y por lo tanto me dolía todo, por mucho que la separación física de casi 4 años amortiguó el golpe, no dejaba de sentirme mutilada, como si hubiese pisado una mina, volado por los aires, caído de bruces contra el suelo y perdido una pierna.... no paraba de repetirme "y yo?¿ qué se supone que tengo que hacer?¿, ya no iría a 

Chile para encontrarme con él, ya no quedaban más posibilidades"..

y sentada me quedé hasta que de repente sentí frío… y recordé que yo sí estaba viva, y que nunca tuve ganas de quitarme la vida, la amo demasiado y hubiese sido un insulto a la muerte de Diego no querer aprovechar todo lo que me quedaba por venir  y sí, tenía la obligación de acordarme de ello siempre, quizá de contarlo, más adelante… así que cogí otro tranvía y otro tren, volví a casa, Véro estaba dormida y me metí en la cama…


Este día había desaparecido, y nadie se había dado cuenta… seguiría invocando a Diego, a veces lo sigo haciendo, pero sabía que su muerte también me liberó, fue una señal de que a mí me tocaba seguir por lo dos… unos 6 meses más tarde cogí un tren a Madrid…  y seguiré recordando lo bueno… por siempre jamás.
Ese es el post final de la serie de Amor y de sombra… jamás pensé escribirlo pero se lo dedico a Cecilia, Claudia e Irene, chicas es mi único consejo… Recordar sólo lo bueno





PD en marzo de 1986 Diego se fue y Madonna sacó este pedazo de tema "live to tell"... vivir para contar, siempre fue y será mi canción favorita de todas las suyas... quizá porque la letra me tocaba de tan cerca... if I run away I'll never a the strength to go very far... si voy huyendo nunca tendré fuerzas para ir muy lejos... If I live to tell the things I learn, will I ever have the chance again?, si vivo para contar lo que aprendí, ¿tendré otra oportunidad?... Sí rotundamente sí, la tuve... todos la podemos tener...
Esta canción fue banda sonora de una de mis películas favoritas... At Close Range con Sean Penn, del cual me enamoré para siempre jamás... una historia de amor, traición, violencia... ¿os había dicho ya que Diego y Sean tienen la misma mirada?... eso explica muchas cosas...como diría Dante "Nena con esa pinta de zorro mal aseado que tiene Sean, sólo entiendo esa fijación tuya por lo que me sé y por tu mal gusto innato, aunque bien pensado un cruce de raposo desencajado con burra de combate podría ser muy interesante para exponer en un zoo o en un exposición universal, sección curiosidades monstruosas"


Este post es triste sí, espero que no lastimero,porque os aseguro que mi vida no lo fue, no lo es y procuro que no lo sea nunca...
Siento quizá aburriros con este tema pero pensé que de alguna forma se lo debía a mucha gente, a Diego en primer lugar.
Por primera vez en todo lo que va de blog voy a deshabilitar los comentarios...  mi mail como siempre está a vuestra disposición... está en mi perfil
Besos

VUELVO

AUN QUEDAN DÍAS DE VERANO

Pues que ya estamos en septiembre ¡Oigan! como ocurre con todos los veranos parece que has cerrado los ojos en junio y zas los abres y ya es...