viernes, 4 de julio de 2008

LOS VERANOS AZULES Y LAS VENTAJAS DE SER RODRIGUEZ

Resulta paradójico que en estos tiempos de crisis tengamos en mi oficina de cabecera (lo digo porque es muy familial), más trabajo que otros veranos… es que en este mundillo del show bizness, los meses de calores son los más propicios a conciertos, teatro de calles, festivales de danza, de teatro clásico, moderno, contemporáneo y demás vanguardistas imposibles de entender, programas soporíferos de TV estilo Gran Gala de contra la extinción del Mar menor, Calatrava Qué Cruz, Paloma ya no es virgen, De Bilbao a Sestao todo es festao, Pamplona, una cornada me desloma, Asturias, pasa penurias y no sigo por no mosquear los espíritus más provinciales… (y también por no hacer el ridículo). Con lo cual tenemos trabajo y no nos quejamos noooo pero en fin que jode un poco…

Bref, lo dicho… que este año que pensábamos mi C y yo hacernos un viajes cultural en julio para que la niña vea ruinas clásicos, templos ortodoxos, minaretes turcos o pirámides llenas de arena, resulta que a este paso lo mucho que veremos será la piscina municipal del barrio, con sus gitanos renegridos de sol, sus latinos que te aturden con las cintas de bachatas (lo que odio las bachatas y demás merengues), sus abuelas que acampan con tropecientos miles de nietos chillones en los 30 m2 de césped libre de hormigas, sus madres histéricas llamando a niños que se ahogan en 50 cm de charco lleno de pis… en fin un planazo… porque servidora no tiene piscina y por mucho que piense que compré mi piso a tiempo y sólo me costó 13.500.000 ptas de las de antes, no me sirve de consuelo en esos momentos de bochorno…

Así que tendré que esperar al bendito mes de agosto para largarme a mi retiro canario donde podré descansar y aplatanarme con se merece mi cuerpo cada vez más serrano… Soy forofa de las islas afortunadas… me encanta esa gente alta, fortote, de sonrisa enorme y acento casi caribeño… me encanta esa forma de llamarme muchacha o chacha pero sin pronunciarlo como txatxa que suena a asistenta del hogar, sino como xaxa que suena más al chachacha de Gabinete Caligari… me encanta su sol, ver el atardecer desde mi azotea mirando la isla de Tenerife, me encanta la manga (porque allí los mangos son mangas que como todo lo femenino suele ser más sabroso) , me encanta las papas y los mojos, el cherne, las playas negras, las bungavillas llenas de cucarachas (qué asquerosidad de bicho), los barrancos caídos al océano, el Roque nublo, el Teide, el Taburiente, la Cueva de los verdes, Puerto de la Cruz, La Orotava, los Jameos del agua, las casitas de colores, me encanta el nombres tan evocador de sus pueblos.. Ayacata, Agaete, San Bartolomé, Molino de Viento, la Humbridilla, Taurito, el Palmito, Juan Gopar, los Llanos… tantas cosas… las Canarias son más que playas… el centro de las islas es lo mejor… pero de momento me toca apechugar con el rush del curro… y tengo una 95 copa C… o sea que puedo apechugar un buen rato…

Me queda soñar con las fotos de veranos pasados y pensar que ojala podamos volver a los 70, y por qué pensaréis ¿acaso me gustan los pantalones de campana, la música Disco de Dona Summers y los quejíos de Camilo Sesto sufriendo el martirio en Jesucristo Superstar? Pues sí me gustan pero no es por ello… lo que más echo de menos son los largos veranos de mi infancia, esos veranos de dos meses en la playa, en la casa del pueblo, comiendo bocadillos llenos de arena, pescando en la charca, haciendo como que nos esforzábamos una hora al día repasando cuaderno de Anaya, apenas controlados por nuestras madres tan relajadas sin la presencia de su marido que aparentaban diez años menos… Porque así eran los veranos y paréntesis en el tedio familiar… De repente nada o casi estaba prohibido, sin la autoridad paterna, el mundo estaba a nuestro alcance y montados en nuestras bicis sin marchas, alcanzábamos el cielo, posponiendo los límites al 31 de agosto…

¿dónde están los veranos azules de antaño?... sacrificados a la sociedad de consumo, a noches de reyes con regalos de 300€, a la hipoteca del piso, al stress de acabar el mes sin renunciar a dos coches por familia…. Vendidos por un trabajo que dicen nos hacen sentir realizadas… no sé a veces creo que tanta integración nos ha hecho perder el rumbo y por un momento sueño con ser una madre de familia de los 70, relegada en la casa de verano, satisfecha de ver a sus hijos jugar con la pandilla sin tener que preocuparse de campamentos o taller de cerámica, despreocupada por las cenas de la noche (la tortilla y las ensaladas bastan), ataviada con una bata de flores y pañuelo en el pelo, arrastrando chanclas, morena de sol y de alegría, saboreando la fruta fresca del verano, pasando tardes de risas con amigas solteras temporales…

Esperando la noche del viernes para acoger a mi C… pintarme un poco, ir a cenar al restaurante, hacer como que me interesan las cosas de su trabajo, reencontrarse en la cama, y esperar con disimulo el domingo después de la cena para despedirme sin tristeza… y volver a mi rutina libre de reloj y a la complicidad de mi retoño…

¿Seré mala mujer? Pensando privar a mi hombre de un descanso de 15 días en familia … no lo creo porque ellos también han perdido algo sagrado con esa masiva incorporación de las mujeres al mundo laboral, se está extinguiendo cual lince la figura tan ibérica del macho en libertad, EL RODRIGUEZ… no sé de donde viene la expresión pero me encanta… me acuerdo que nada más llegar a España y trabajando el mes de agosto, salía mucho por las noches madrileñas con las amigas del curro… y cuándo un hombre disfrazado de lapa me preguntó si estaba de Rodríguez, yo le miré como un merluzo mira el anzuelo... preguntándose si de verdad lo toman por tonto y piensan que voy a picar… Yo no era ni de Rodríguez, ni de García, ni de Gómez… era de mi C como mucho pero más que nada yo no pertenecía a NADIE… cuando mis amigas me explicaron que esos machos desaforrados y sin complejos eran trabajadores momentáneamente solteros por vacaciones de la familia, pregunté porqué Rodríguez y nadie supo explicarme…


Si la mujer ociosa en su retiro veraniego se transformaba en una especie de ninfa contemplativa, el hombre soltado sin atadura en la jungla de asfalto, en cambio experimentaba un exceso de hormonas que le provocaba una especie de regresión a su estado más animal, un frenesí corporal que tenía que gastar a base de juerga… Cual depredador la falta de pucheros caseros le obligaba a lanzarse a la calle en busca de sustento… el único mesón abierto a la calorina se hacía el agosto nunca mejor dicho a base de apagar la voracidad de esos machos hambrientos… después de las copas de Soberano de sobremesa de rigor, una siesta babeada, un repaso al Marca, el Rodríguez quedaba para cenar con otros de su especie… después de la llamada obligatoria al pueblo para aegurarse de que la hembra y los cachorros estaban bien, se juntaba la manada en el bar de siempre… el de Manola que no cierra nunca ni en fiestas de guardar dicen que porque es muy de la virgen del puño…el macho dominante proponía el plan de ataque para la caza mayor de la noche… presas de preferencia extranjeras, rubias y de costumbres liberadas…

¡Qué grande que es el turismo!

Pasapoga, La florida, lugares emblemáticos, cotos de caza privado… El macho ibérico muy estratega, primero se avanzaba sigilosamente a otear el ganado… el cortejo muy directo y sencillo…. La presas aturdidas de calor y de tintorro vacilaban en la pista de baile cual erizos deslumbrados por las luces de un coche…

El macho al saberlas receptivas a la voz embriagadora del hombre en celos entonaba un recital de Manolo Escobar… Mi carro me lo robaron, y Viva España y de Bacarra Yes sir Im a Lady…Las victimas revoleteaban cual abejones a la luz … Un par de sangrías recalentadas… y con un último cuplé y una pantomima de Sevillanas, la cosa estaba casi hecha… faltaba el mítico lento con jadeos de Jane Birkin y un susurro en el oído “Bule vu cuche ave moa ce soar” y la hembra caía rendida…

El macho se la llevaba a su guarrida en el Simca 1000… la fiera a veces se conformaba con un sobao de tetas, y una de besos baboseantes porque la imagen de la foto de la familia puesta en el salpicadero recordaba el deber del pater familias y el macho recobraba el sentido o le invadía el miedo a perder su puesto por una aventura, otras veces la hembra asustada por las embestidas del macho se largaba después de una sonora bofetada y un “who do you think I am”… otras los machos ya no rendían por excesos de fritanga del mesón y los ardores de estómago…

Camino de Nerja, el hombre pensaba que como Carmen no hay ninguna y al llegar se quejaba de lo duro que es estar solo en la capital. Ella le recibía con sonrisa de amante esposa, le ponía un vermut y no le comentaba lo bien que se lo estaba pasando por las tardes jugando a la cartas con sus amigas solteras por un verano... el domingo él soltaba la pasta de la semana y se iba camino a la ciudad con la conciencia limpia...

Así pasaban los veranos y eran auténticos… ahora el macho se ha vuelto un metro sexual, un padrazo que pelea 1 año por 15 días al sol…y yo a veces, os aseguro sin tapujos que me gustaría volver a esos 2 meses de playa para poder disfrutar de mi soledad mientras mi león ruge en la selva... porque en el fondo estoy segura de ser yo el descanso del guerrero

Mientras tanto, yo seguiré aquí abanicándome con folios y facturas por hacer… pensando en los veranos azules y deseándole uno a Ingrid Betancourt.... uno muy largo, lleno de luz, risas y amor de su familia....

Buen finde

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